Un prolapso es un descenso de un órgano pélvico, en este caso la vejiga, el recto y el útero.

Debido a diferentes causas que desequilibran el sistema abdomino-lumbo-pélvico estos órganos descienden de su posición inicial en reposo o ante ciertos esfuerzos.
Existen diferentes tipos de prolapso en función del órgano prolapsado, la zona de desplazamiento o el grado de descenso.
¿Qué síntomas puedes tener?
- Pesadez vaginal/vulvar
- Sensación de ocupación de la vagina.
- Molestias y dolor en el área pélvica/genital.
- Dificultad para la defecación.
- Sensación de bola o bulto en la vagina.
- Dolor o molestias en las relaciones sexuales.
- Incontinencia urinaria de esfuerzo o de urgencia.
- Sensación de vaciado incompleto al orinar o defecar.
Si te has sentido identificada con alguno de estos síntomas, acude a un especialista para que valore tu caso, dependiendo del grado de descenso (1,2,3) aplicaremos unas u otras intervenciones.
La fisioterapia de suelo pélvico puede ser de gran utilidad en estos casos, tanto para mejorar y resolver los síntomas asociados al prolapso como para prevenir su aparición.
Cuanto antes se detecte el prolapso antes podremos empezar a trabajar para evitar que vaya a mas y mejorar los posibles síntomas.
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